Buenos días lectores!
Ayer os contaba en el post «¿Cómo comer entre semana fuera de casa? Opción 1: llevar comida de casa» varias ideas, pros y contras de llevarse la comida a la oficina.
Como sé que los contras muchas veces «nos pueden» (falta de tiempo, falta de «cultura del tupper» en algunos trabajos, falta de lugar donde calentar o comer, pereza de prepararlo o de cargar con la bolsa cada día…), hoy vamos a ver cómo comer de manera saludable sin meterse en los fogones.
Una opción buena si tenéis sitio para comer en el trabajo es pedir comida preparada. Pero no a cualquier sitio jeje. Es genial ver cómo en cosa de un par de años han proliferado las empresas de entrega de comida a domicilio (el que dice domicilio dice en donde quiera que estés), y es que ya no hay que andar pidiendo chino, sushi o pizzas, sino que en la mayoría de restaurantes ofrecen este servicio, y por ello podemos escoger entre una grandísima variedad de ellos. Hoy os propongo varios que he probado personalmente y en los cuales podéis elegir lo que os dé la gana que va a estar delicioso, sano y bien cocinado:
- Xanacuk
- BumpGreen
- Biomenú
- Bio in the bowl
- Comidasen
- Vitalista
En todos ellos, aparte de platos contundentes, cremas de verduras, mil ensaladas (olvidad las aburridas lechuga-tomate-cebolla), en estos sitios tienen con pasta, arroz, quinoa, aliños especiales con especias o mostaza, verduritas, pollo marinado, legumbres… También en muchos tienen zumos/smoothies que están deliciosos, con multitud de frutas y verduras, y que ponen el broche final a una comida rica, nutritiva y abundante.
La segunda opción es comer en un restaurante, que es lo más habitual cuando lo que queremos es desconectar del ambiente. Me ha pasado tener épocas que no quería salir a comer o a cenar porque sabía que era sinónimo de volver demasiado llena, y desde que sigo estos consejos estoy mucho más contenta porque puedo hacer todos los planes que me propongan sin preocuparme de pasarme o estar mal después!
Os pongo consejos orientados a un menú del día, pero también puede seguirse yendo a la carta.
En este caso, mis 6 consejos son los siguientes:
- Olvidarse de este tipo de platos: arroz a la cubana, lasagna, hamburguesa, croquetas, albóndigas, cordero, pasteles salados, escalope, ensaladilla rusa, huevos rotos…
- No tocar el pan: siempre ponen el pan al principio y nos lo comemos porque estamos hambrientos y esperando. Estaréis conmigo en que los panes de menú del día no están muy buenos (sosos y chiclosos), por tanto no merece la pena las calorías que aportan (para eso tómate un bocadillo rico por la tarde o desayuna una tostada de pan bueno en casa, no?). Si te cuesta resistirte, cuando traigan la cesta di que no lo quieres, y listo!
- Evitar pedir alcohol (vino, cerveza). Aparte de que estás trabajando y no tienen por qué mirarte raro los demás por no querer beber, debemos dejar el alcohol para momentos puntuales, y digo yo que si hay que escoger, mejor tomarlo con amigos el fin de semana, ¿no?
- Pedir de primer plato algo con verduras, ya sea una crema, una menestra, un salteado, verduras a la plancha, rehogadas, asadas, en ensalada…
- Pedir de segundo plato algo de proteína y, si puede ser, que la guarnición sea arroz o ensalada en vez de patatas fritas. Es decir, un filete, un pescado, incluso un pollo en salsa o estofado de ternera.
- De postre, pedir fruta. Cuando te dicen la lista de postres, nunca te dicen la fruta, pero si preguntas siempre tienen. Si no tienen o no te apetece, pide yogur o directamente café o infusión.
Sólo con quitarnos el pan, la guarnición grasienta y el postre azucarado, estamos reduciendo a la mitad las calorías que vamos a comer (no todo son las calorías pero como orientación está bien). Esas calorías podemos ahorrárnoslas, o bien decidir consumirlas en otro momento del día, pero por algo que valga la pena, ¿no os parece?
Siguiendo estos consejos os encontraréis mejor, con más energía todo el día y a largo plazo, no tendréis hambre por la tarde y no tendréis sensación de pesadez…
Hasta la próxima!!!