El problema de los productos infantiles «Mi primer …»

 

No son pocas las veces que gente de mi entorno me comenta que les están dando a sus bebés “su primer yogur” o productos similares, y me preguntan qué me parece.

Dado que:

  • me consta que cada vez salen más productos de este tipo al mercado,
  • es humano querer adelantar etapas de la vida (me refiero sin ironía a esa ilusión por ver hacer cosas nuevas a nuestros peques),
  • muchos pediatras los están recomendando,

he considerado oportuno dedicar un post completo a este tipo de productos.

Antes que nada, para que no se me tache de extremista, si tu pregunta es si tu bebé va a enfermar o a contraer obesidad por tomarlos, la respuesta es, evidentemente, que no. Es como si me preguntas si vas a enfermar por desayunar un donut de vez en cuando, dependerá de lo que tomes además de eso! A lo que voy es a que, tanto en adultos como en niños, no hay alimentos que de forma aislada nos vayan a causar un perjuicio irreversible, mi intención como siempre no es otra que explicaros de forma detallada estos productos concretos para que toméis vuestras propias decisiones.

¿A qué productos me refiero hoy?

  • Mi primer yogur
  • Mi primera galleta

Son productos que se han creado en el pasado reciente dirigidos a bebés menores de 1 año.

NOTA: Este análisis sería igualmente aplicable a papillas y potitos indicados para menores de 6 meses. Además, también me consta que existe “mi primer colacao”, pero al ser un producto indicado para mayores de 3 años las asunciones no son las mismas que para los que hoy explico, y por tanto he decidido dejarlo fuera del análisis. En general el tema de alimentación infantil da para hablar largo y tendido, pero insisto que el post de hoy va enfocado a comentar estos 2 productos concretos (para mas info sobre alimentación infantil, te recuerdo que mantengo sesiones especificas sobre ello, visita mi sección Servicios).

¿Qué tienen estos productos?

Es curioso (o no…) que la primera entrada que me devuelve google al teclear los productos en busca de sus ingredientes no son las webs de Danone/Hero explicando las bondades del alimento en cuestión, sino lo siguiente: “Mi primer yogur es un alimento poco recomendable”, Bebesymas.com, en la galleta “HERO BABY, lo vendemos porque es legal”, de Dimequecomes… En fin.

NOTA: destaco en el listado los ingredientes que más me sorprenden, y no es que los demás sean fantásticos, pero es que estos son ya la pera para dar a un bebé!!!

  • Mi primer yogur – a partir de 6 meses

El de Danone, por emplear la marca más conocida y de confianza entre los españoles, contiene:

Leche, agua, almidón de maíz, leche en polvo desnatada, aceites vegetales (aceites de soja y girasol, antioxidantes: tocoferoles y palmitato de ascorbilo, emulgente: ésteres cítricos de mono y diglicéridos de ácidos grasos), maltodextrinas, sales minerales de hierro, yodo, cobre, manganeso, selenio y zinc y vitaminas (A, C, D, E, K, B1, B5 y B9), azúcar, almidón modificado de maíz, estabilizante (E412), corrector de acidez (ácido cítrico), Lactobacillus casei y otros fermentos lácticos.

  • Mi primera galleta – a partir de 4 meses

Las de Hero llevan:

Almidón de maíz, azúcar, almidón de patata, aceite vegetal (palma), proteína láctea, leche desnatada en polvo, jarabe de fructosa, emulgente (lecitina de soja), minerales (calcio y hierro), gasificantes (bicarbonato de sodio y bicarbonato amónico), aromas, sal y vitaminas (niacina, ácido pantoténico, B1, B6 y B2).

Esto hace que este tipo de alimentos sean nutricionalmente innecesarios y perjudiciales.

¿Por qué estos productos no son sólo innecesarios, sino perjudiciales?

Son INNECESARIOS porque:

  • los bebés hasta los 6 meses no tienen necesidad de tomar nada distinto de leche (materna o de fórmula cuando no sea posible), dado que ésta le proporciona todo lo que necesita, como no cesa de decir la Organización Mundial de la Salud (OMS)
  • hasta cumplir 1 año no deben tomar leche de vaca (de la cual están hechas los yogures normales) porque su aparato digestivo no es suficientemente maduro para tolerarla (por tanto ¿qué necesidad hay de darle una especie de yogur especial transformado por un laboratorio con mogollón de ingredientes cuando podemos esperar a que pueda tomar el yogur normal?).

Son PERJUDICIALES porque tienen una serie de ingredientes poco recomendables para toda la población general, como los señalados en los listados del punto anterior. Destaco por encima de todo el azúcar, que es un ingrediente que queda fuera de las cantidades diarias recomendadas por las guías, es decir, el azúcar añadido es preferible que no se consuma, por tanto, las orientaciones dietéticas de la OMS van orientadas a un máximo y nunca a un mínimo. Ese máximo se sitúa en CERO para niños menores de 1 año. Veamos cuanta azúcar (gramos) llevan el yogur y la galleta en cuestión:

Por 100gr Por ración
Yogur 6,4 8
Galleta 25 4,5

Dado que la cantidad recomendada es de cero, sobran las palabras.

Sí, pero están enriquecidos con vitaminas y minerales

No veo mejor respuesta a esto que la que da Julio Basulto en general sobre los alimentos enriquecidos: “A todo aquel que quiera hacerle creer que un producto malsano deja de serlo por venir enriquecido en nutrientes, contéstele que es algo así como barrer el comedor dando golpes con la escoba a los muebles, a los jarrones, a la televisión o a las macetas. ¿Está usted limpiando, o más bien arregla una cosa y estropea otra?”.

Siendo menos irónicos, estos micronutrientes los consiguen a través de la leche sin necesidad de incluir galletas o yogures de ningún tipo.

¿Por qué los han inventado? La razón “de verdad”, NO la oficial.

La industria alimentaria ha sido muy “pilla” ampliando su rango de consumidores haciendo algo tan sencillo como adelantar la edad a la que destinan sus productos.

Ofrecen desde bien pronto productos que “están muy ricos” con una imagen saludable –> los padres, con toda su buena voluntad, los compran –> los niños se acostumbran a esos sabores dulces, artificiales –> en el futuro (a corto y largo plazo) no tienen interés por la comida normal (lo que yo llamo “el paladar idiotizado” –> con muy alta probabilidad (como estamos pudiendo ver en infinidad de publicaciones y estadísticas) estos niños, ahora o en el futuro, caigan enfermos por sobrepeso, diabetes, hipertensión, falta de defensas…

¿Por qué algunos pediatras los recomiendan, y las sociedades pediátricas los avalan (ponen su sello en el envoltorio)?

La respuesta a lo de los pediatras se ve influenciada por la de las sociedades pediátricas, al ser éstas su referente en muchos casos. Por tanto, me centro en las sociedades pediátricas.

No se encuentra ningún motivo distinto del económico. La estrategia de la marca es evidente: poner en el envase el logo de una entidad médica para que los padres asocien el producto con la salud (marketing puro y duro) y se animen a comprarlo, con toda su buena voluntad. ¿Os acordáis de las galletas dinosaurio? Hace algunos años llevaban un sello de este tipo, y después de la presión que les metieron diferentes nutricionistas, sin que diesen una respuesta decente, ¡el sello desapareció!

¿Por qué se les permite? ¿Por qué no hay leyes que lo regulen?

Ya hablé de esto con motivo del aceite de palma, pero os lo vuelvo a contar porque la razón es la misma. La industria alimentaria genera muchísimo dinero, y si las empresas que la conforman ganan mucho dinero pagarán muchos impuestos… Además, dan trabajo a mucha gente. Mismo caso que el tabaco, cuando las autoridades empiecen a hacer números de verdad de qué sale más rentable al Estado, si recibir esos impuestos o lo que les cuestan los tratamientos de todas las personas afectadas por haber consumido durante décadas estos productos (no hablo solo del primer yogur o galleta, eso es sólo el principio de la espiral), empezarán a tomar medidas, igual que ha pasado con el tabaco.

¡Pero cómo es esto posible, por favor si son niños! No me lo creo.

Increíble o no, indignante o no, incomprensible o no, así es.

Conclusión

Sobre si darles o no estos productos, ya sabéis que mi intención no es otra que fomentar una ALIMENTACIÓN CONSCIENTE, por tanto:

  • Si les damos algo antes de tiempo (ya sea una papilla o estas galletas/yogures), si bien “no pasa nada(¿qué es “pasar algo”?), debemos entender que no es porque el bebé lo necesite, sino PORQUE NOSOTROS QUEREMOS, con todos mis respetos porque nos hace ilusión verle comer cosas nuevas y además vemos que el bebé las acepta bien (por supuesto, están formuladas específicamente para ello…).
  • El yogur puede esperar perfectamente al año y, llegado el momento, dadle un yogur natural sin edulcorar. No acostumbremos al niño al sabor dulce sin que lo conozca, porque entonces será más difícil que haya vuelta atrás…
  • Las galletas son innecesarias a cualquier edad (no digo que el yogur sea imprescindible, ojo, pero las galletas sí que “sobran”).
  • Las papillas y potitos, esperad a los 6 meses, y en la medida de lo posible no compréis las versiones industriales (dejadlas para cuando no haya otro remedio, estéis fuera de casa, etc). Las papillas de cereales es facilísimo hacerlas con avena o arroz en casa (triturados), os saldrá mucho más barato y no tendrán porquerías…

Espero que os haya gustado el post y ya sabéis que aquí me tenéis para seguir respondiendo vuestras dudas!


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